Mes: septiembre 2018

Sin Pensarlo – Beatriz Soto Garcia

Beatriz Soto García nace en Buenos Aires, Argentina, en 1942. Desde 1974 realiza muestras de pinturas individuales y colectivas tanto en su país como en el exterior. En el año 1980 se inicia en escultura. En el año 1983 se dedica a la talla de mármol. Participa en exposiciones colectivas, homenajes, salones y premios municipales, nacionales e internacionales. Materiales como arcilla, cemento, yeso, resina, piedra pómez y otros, están presentes en sus obras. Aunque el mármol predomina en su cuantiosa producción. Tomada como referente del Arte Latinoamericano, sus obras son tema de estudio y análisis en la Faculty of Education and Language Studies, de Gran Bretaña. Algunas de sus obras integran colecciones privadas de Brasil, Venezuela, Perú, EE.UU. y Francia.

 

Más Allá – Paula Noé Murphy

El punto de partida de estos trabajos fue una necesidad lúdica, consistía en experimentar el intercambio de energías creativas con la naturaleza e ir más allá de lo conocido. Más allá de las clasificaciones entre ciencia y arte y de toda frontera entre lo real objetivo y lo subjetivo, lo tangible orgánico y lo intangible.
Al tender hacia ello fueron surgiendo, de modo un tanto alquimista, plantas que murmuran delirios, frutos de mar vegetalizándose y piedras transformándose. Al fin y al cabo esto es, en muchos aspectos, lo que está ocurriendo en el mundo que nos rodea.
Es posible que a algunos estas obras fascinen o bien desorienten ya que me adentro en ese punto de ambigüedad en el que los elementos parecen mutar.
Esta muestra exhibe una línea bastante multifacética pero no es la única que me interesa.
Paralelamente sigo dibujando y pintando, lo cual compone la columna vertebral de todo lo que emprendo.
En Más Allá presento un proceso en varias fases con series y, a veces, una obra da lugar a variantes. A esta manera de componer a partir de creaciones muy efímeras que, desde 2014 hago en la naturaleza, la llamé Exchanging Natures. Los dibujos en volumen hechos con especias, frutos, nácar, carbones y otros elementos naturales fueron fotografiados por amigos que aceptaron darme una mano mientras las iba haciendo.
Considero a las fotos de cada instalación como una etapa intermedia ya que mi intención es siempre volver a dibujar con tinta sobre la obra efímera mediante las fotografías.
Sin embargo, de manera inesperada, de este proceso experimental que aún continúo, surgió otra rama bien diferente: se trata, gracias a la intervención de Danielle Voirin con quien ya hemos colaborado, de la proyección de ciertas imágenes dibujadas sobre partes de mi cuerpo y, por razones prácticas, para diferenciar estas fotografías sin dibujo, de los otros trabajos, bauticé a dicho conjunto Pantheios.
Me había parecido que en los trabajos en que mundo vegetal y mineral, terrestre y acuático se mezclaban, no había cabida para lo animal ni lo humano, y lo sentía. Pensé entonces que si pudiera incorporarme a mis propias creaciones el resultado podría ser fecundo.
Así, al proyectar las obras dibujadas sobre mí, se borran, en algunas imágenes Pantheios, las distinciones entre lo vegetal, lo humano y la intervención gráfica. A ciertas fotos las llamo inclusiones y corresponden a lo que inicialmente quise lograr: el cuerpo se incluye e integra de tal manera que apenas se lo puede reconocer. Pero otras, que desbordan mi propia superficie y van más allá (más figurativas) las llamé Impresiones por el aspecto textil o de tatuaje.
Las variedades de búsquedas y combinaciones me parecen ahora infinitas. Compartirlas con ustedes es tener el enorme privilegio de viajar acompañada y, por ende, me siento profundamente agradecida.